El mantenimiento aeronáutico incluye varios pasos que son esenciales para garantizar la seguridad del vuelo
Comienza antes de cada vuelo y, lo más cerca posible de la salida, debe realizarse una inspección externa para volver a comprobar el estado general de la aeronave: posibles daños en el fuselaje, el tren de aterrizaje y las alas, que pueden haberse producido durante el vuelo o durante la escala. También se comprueba que los registros y conectores de todos los servicios que se han conectado al avión durante la escala, como el combustible, las aguas residuales, la electricidad, etc., están en buen estado.
Cada 100 horas de vuelo se comprueban todos los aspectos de la seguridad, se corrigen las posibles anomalías y el avión se somete a una revisión completa.
Estas actividades están sujetas y se realizan cuando:
- Se ha realizado un tiempo de vuelo específico (medido en horas).
- Hemos sometido el avión a un uso específico. Por ejemplo: número de despegues/aterrizajes.
- Se ha detectado un fallo, un mal funcionamiento o una anomalía
- Para que todas estas comprobaciones se realicen correctamente, las distintas tareas de mantenimiento incluyen
- Inspecciones periódicas.
- Controles previos al vuelo.
- Control del rendimiento
- Registrar los ajustes del equipo y las tareas.
- Realizar modificaciones y reparaciones.
Hay una serie de aspectos que hay que tener en cuenta a la hora de realizar una actividad de mantenimiento de aeronaves
incluyendo:
- El fabricante de aviones.
- El operador.
- La autoridad reguladora del país o región.
- Otras entidades u organizaciones relacionadas con el equipo o el operador.
Cada aeronave, en función de su categoría y uso, está sujeta a una normativa diferente. Cada situación es única, y a menudo algunos equipos se quedan obsoletos en lugar de ser enviados para su mantenimiento. Por ejemplo, las aeronaves más antiguas suelen ser retiradas de la flota debido al elevado coste de las revisiones.
Es importante conocer la normativa local para que el mantenimiento realizado sea conforme a la ley.
Sin embargo, hay dos categorías de mantenimiento:
Mantenimiento preventivo y correctivo
. El mantenimiento preventivo es el que se lleva a cabo de forma regular para reducir la probabilidad de que se produzca un fallo en la aeronave. Se limita a los trabajos que no implican operaciones de montaje complejas, y puede ser realizado por el piloto en algunos casos.
Cada fabricante proporciona un manual para este tipo de tareas.
Todos los pilotos que realicen el mantenimiento preventivo deben añadir una anotación en el cuaderno de bitácora. La entrada debe incluir la siguiente información:
Una descripción del trabajo, como por ejemplo «cambio de aceite (Shell Aero-50) a las 2345 horas».
La fecha de finalización del trabajo realizado.
Nombre, firma, número de certificado y tipo de certificado del piloto.
Ahora, pasemos al mantenimiento correctivo
Cuando hablamos de mantenimiento correctivo nos referimos principalmente a las reparaciones, pero también a las sustituciones, o a las alteraciones realizadas cuando los componentes de la aeronave ya han fallado, se han derrumbado o tienen que ser desmontados.
Su objetivo es restablecer el equipo a su estado normal de funcionamiento, asegurando su aeronavegabilidad.
Aunque cada país o región tiene protocolos específicos, cuando se realizan reparaciones o modificaciones importantes, deben ser aprobadas por la autoridad competente.
Las reparaciones menores pueden ser aprobadas para volver al servicio con una anotación en los registros de mantenimiento firmada por un mecánico. Las inspecciones previas al vuelo deben ser superadas y estas operaciones deben ser realizadas por técnicos certificados por una organización de reparación cualificada.
Para que todas estas tareas se realicen correctamente, ya sea el mantenimiento preventivo o el correctivo, es importante contar con un muy buen software de GMAO como Matrix Aviation, que garantizará el correcto funcionamiento de la flota.
